Jóvenes emprendedores sobradamente preparados
El Hotel Huerto del Cura ha acogido esta mañana la segunda edición del programa de Coworking en Elche de la Escuela de Organización Industrial
Ideas convertidas en ilusionantes proyectos empresariales gracias a la Escuela de Organización Industrial (EOI) y al Fondo Social Europeo de la UE. El hotel Huerto del Cura ha acogido esta mañana la exposición pública de diez modelos de negocio nacidos en las entrañas de la EOI, encargada de tutelar todo el proceso de creación, desde la idea hasta cómo lanzarlo al mercado.
El segundo programa “Coworking EOI en Elche” ha reunido a quince jóvenes emprendedores, decididos a convertir su sueño en realidad. Cinco meses de trabajo, con 20 talleres de formación diversos y el apoyo de mentores especializados, que se han traducido en diez negocios diversos sobre inteligencia climática, marketing externo, escuelas de idiomas para extranjeros o punteras para reforzar el calzado, entre otros.
Fernando Garrido, director de EOI Mediterráneo, ha destacado el papel que juegan los mentores de estos alumnos aventajados para que en un futuro próximo lleguen a formar parte del tejido empresarial de la zona. “Son docentes que los tutorizan y les ayudan a orientarse en el mundo de los negocios, aunque muchas veces actúan como psicólogos, de coach… Tienen una visión muy estratégica”, destacó Garrido. “Este mentor de proyectos se complementa con mentores especializados. Los emprendedores tienen barra libre de mentorización de lo que quieran, de propiedad intelectual, de eficiencia enrgética o de comercio electrónico”, añadió.
Uno de los puntos claves de este programa de coworking pasa por validar el producto en el mercado antes de avanzar en el proceso de creación. “Les obligamos a que prueben si podría funcionar, la respuesta que provoca entre su público objetivo. Si la respuesta es positiva les ayudamos a avanzar en él y a lanzarlo al mercado”, destaca Garrido. “Con ello, lo que intentamos es que los proyectos fracasen cuantos antes para evitar que a los seis meses se den cuenta que no tienen sentido”, razonó.
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